Flebotomista trabalhando no laboratório

¡Hola, chicos! Este es Leonardo Lippel, ejecutivo de Greiner Bio-One Service Tech. Hoy quiero tener una charla muy directa contigo, un flebotomista que lleva años en el campo, tiene mucha experiencia en la recolección de sangre, pero que a veces se siente un poco perdido con tantos cambios en el campo de la salud.

1. ¡Tú haces toda la diferencia!

Si hay algo que siempre digo es que el flebotomista es la primera persona con la que se encuentra el paciente después de la recepción. Eres tú quien tranquiliza, quien explica y quien cuida cada detalle durante la recogida. Y, mira, no importa si tienes un ordenador nuevo, un sistema moderno o una máquina avanzada: sin tu toque humano, el paciente se siente inseguro.

  • Su actitud acogedora ayuda a reducir el miedo a las agujas.
  • Tu paciencia hace que el paciente confíe y regrese al mismo laboratorio.
  • Tu experiencia vale su peso en oro: conoces cada tipo de vena, cada reacción diferente.

2. La tecnología es un aliado, no un enemigo

Sé que a veces ver tantas cosas nuevas puede generar mariposas en el estómago. Son programas de ordenador, sistemas de seguimiento e incluso Inteligencia Artificial. Pero la verdad es que estas tecnologías están aquí para facilitarte el trabajo, no para sustituirte.

  • Menos papel, menos errores: los sistemas automáticos ayudan a evitar confusiones en las etiquetas y garantizan que cada muestra se identifique correctamente.
  • Más tiempo para el paciente: Con la parte “aburrida” automatizada, podrás dedicarte a hablar, guiar y tranquilizar al paciente.

3. ¿Cómo mantener fuerte el lado humano?

Incluso con toda la modernidad, algunas actitudes simples hacen la diferencia:

  1. Llame al paciente por su nombre: demuestre que le importa la persona que tiene frente a usted.
  2. Explica lo que vas a hacer: usa palabras sencillas, di cuánto tiempo lleva y por qué es importante el examen.
  3. Escuche preocupaciones: Hay personas que tiemblan de miedo a las agujas. Otros ya vienen con varias preguntas. Tómate unos minutos para escuchar.
  4. Sea honesto: si el examen es un poco aburrido, háganoslo saber. Pero también diga que usted se encargará de hacerlo rápido y seguro.

4. No tengas miedo de aprender

Sabemos que muchos flebotomistas veteranos no han tenido acceso a cursos avanzados o educación superior. Pero eso no te impide aprender cosas nuevas cada día:

  • Pregunte a sus colegas más jóvenes cómo funcionan los nuevos sistemas.
  • Pide ayuda al departamento de TI o a tu supervisor cuando tengas alguna pregunta.
  • Asiste a capacitaciones y conferencias siempre que puedas. De esta manera te mantienes al día de las últimas novedades y además aumentas tu valor en el mercado laboral.

5. Tu valor es único

Con tu experiencia, lo has visto todo: personas con difícil acceso a las venas, niños que lloran, adultos que se desmayan… Y es precisamente esta experiencia la que te convierte en un profesional imprescindible en el laboratorio. La tecnología no tiene tu perspectiva, no escucha atentamente y no puede brindar esa “calidez humana” que sólo tú sabes brindar.

Así que, compañeros flebotomistas, no dejen que los cambios los afecten. Sigue haciendo lo que mejor sabes hacer: acoger, orientar y cuidar al paciente. Recuerda: modernizar tu laboratorio es un aliado para hacerte más fácil el día a día, no para ocupar tu espacio. Y siempre que necesites ayuda o quieras intercambiar ideas, cuenta conmigo y con el equipo de servicio técnico de Greiner Bio-One.

Leonardo Lippel
Ejecutivo de cuentas | Greiner Bio-One Service Tech

linkedin.com/in/leonardolippel/